A lo largo de mi vida me he percatado que siempre hay confusión sobre varios conceptos. A veces incluso los profesores, los gerentes y jefes que se encargan de transmitir sus conocimientos a sus alumnos o a los trabajadores a su cargo, y tienen esa confusión con ciertos conceptos que, al ser errados, son transmitidos de forma errada, perpetuando el ciclo (como el profesor que dice “haiga” en lugar de “haya”, le enseña al niño que se dice así, el niño crece y se lo transmite a sus hijos y así sucesivamente). Entonces, contribuyendo a combatir ese terrible mal de la ignorancia por flojera (como: ”no sé pero me da flojera buscar”), les facilito el asunto a quienes lo necesiten:
EFICIENCIA VS. EFICACIA
Eficiencia: Es el “cómo se hace”. La eficiencia es la relación entre los resultados obtenidos y los recursos empleados. Si con determinado esfuerzo obtienes buenos resultados, se dice que eres una persona eficiente. Si con menos esfuerzo obtienes más resultados aún, se puede decir que has incrementado tu eficiencia. Dicho de otra forma, la eficiencia es realizar una actividad o un trabajo al menor costo posible y en el menor tiempo, sin desperdiciar recursos económicos, materiales ni humanos, obteniendo un resultado de calidad.
Eficacia: Es el “para qué se hace”. La eficacia es la relación entre las metas puestas y las metas logradas. Si tu meta era fabricar 10 mil tornillos y lo logras, se puede decir que eres una persona eficaz. Si te pusieron 10 metas y cumpliste con las 10 metas, eres una persona eficaz. También se le conoce como “efectividad”, “persona efectiva”, pues cumple con su objetivo. La eficacia entonces sería la capacidad de cumplir un objetivo trazado.
¿Cuál es más importante? ¿La eficiencia o la eficacia? Al respecto, el artículo siguiente es bastante claro:
“La Eficiencia y la Eficacia se interrelacionan, pero la falta de eficacia no puede ser compensada con Eficiencia, por grande que sea esta, ya que no hay nada más inútil que hacer Eficientemente, algo que no tiene ningún valor y que no contribuye en nada para la Organización. Por eso es necesario preguntarse si lo que se hace vale para algo. Por ejemplo una persona puede pasar todo el día en su trabajo, sentado en su escritorio, pero esto no significa que sea Eficiente ni Eficaz, mas aun cuando su labor no es productiva y se dedica a utilizar indiscriminadamente los recursos con que cuenta su Organización”
Para diferenciar ambos conceptos, tenemos el siguiente ejemplo:
Cuando la NASA inició el lanzamiento de astronautas, descubrió rápidamente que los bolígrafos no funcionaban con gravedad cero. Para combatir este problema, los científicos de la NASA contrataron a la compañía Anderson Consulting (ahora Accenture) como asesores consultores, para estudiar y resolver el problema. Emplearon un par de años y casi US$ 120′000,000 desarrollando un bolígrafo que escribiese con gravedad cero, hacia arriba y hacia abajo, bajo el agua, en cualquier superficie inclusive el cristal y en un rango de temperaturas desde bajo 0 hasta más de 300 grados
En cambio, los rusos utilizaron un lápiz.
La eficacia de los estadounidenses fue avasallada por la eficiencia de los rusos.
APTITUD VS. ACTITUD
Aptitud: La aptitud se refiere a la capacidad de conocimiento y a las habilidades o talentos de una persona. Para jugar basketball, por lo general, debes ser más alto que el promedio. Para ser jockey de un caballo, debes ser en cambio más bajo que el promedio. Una persona disciplinada tiene aptitud para ser militar. Deriva de la palabra “apto”, idóneo para realizar una actividad.
Actitud: Quizás más importante que la aptitud, la actitud tiene que ver con la forma de pensar y el sentir de una persona. Es como el “motor” que nos mantiene enfocados en lograr nuestros objetivos. Tal vez una persona no tenga el tamaño requerido para jugar basketball, pero su actitud podría convertirlo en un jugador muy bueno a pesar de su tamaño. Otra persona podría tener la estatura requerida para ser jockey, pero si el mundo hípico no es su tema, por más que lo obliguen a entrenar para jockey, no lo hará.
Precisión: En física, la precisión es una medida de cuántas veces puedes obtener el mismo resultado en una medición. Es decir, tras cierto número de mediciones sucesivas, cuánta diferencia hay entre los resultados obtenidos. La precisión tiene mucho que ver con las herramientas y conceptos que se emplean para, por ejemplo, identificar un problema o una solución.
Exactitud: En física, la exactitud es la cercanía con la que un resultado obtenido se aproxima a un valor “verdadero”. Dicho de otra manera, la exactitud es qué tanto nos acercamos al resultado que queremos conseguir.
Un buen ejemplo sería el chiste del paciente que va al médico a quejarse de que le duele donde se toca. Fue donde muchos doctores, le hicieron las pruebas más precisas para determinar su condición, pero no podían determinar de donde provenía el dolor. “Si me toco el hombro, me duele; si me toco la cabeza, me duele; si me toco la pierna, me duele; si me toco la espalda, me duele. Doctor, ¿de dónde proviene ese dolor?”. El doctor le hace una serie de exámenes simples y le dice “Señor, he descubierto por qué le duele cuando se toca. Tiene el dedo fracturado”.
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