Empecemos con las definiciones de estos términos:
Competencia
Son aquellas características individuales (motivación, valores, rasgos, etc.) que le permiten a una persona desempeñarse óptimamente en su puesto de trabajo.
Capacidad
Es el conjunto de condiciones, cualidades o aptitudes, especialmente intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, el cumplimiento de una función, el desempeño de un cargo, etc.
Habilidad
Capacidad de una persona para hacer una cosa correctamente y con facilidad.
Es necesario aclarar la diferencia entre capacidades con respecto a las competencias y habilidades. Esta diferencia hace referencia a si alguien es capaz o incapaz de llevar a cabo una tarea o labor. Si una persona es capaz de realizar algo es que tiene la competencia o habilidad. Si todavía no es capaz de realizar esa labor, pero sí tiene el potencial para aprenderla a hacer, se trata de capacidad.
Luego, debemos distinguir entre competencias y habilidades. Una habilidad es cuando una persona es capaz de realizar una tarea, mientras que competencia es cuando esa tarea se realiza con experiencia y conocimiento. Así, esta diferencia hace referencia al rango, es decir, a cómo de bien se realiza una determinada tarea.
Establecidas las diferencias principales entre los tres conceptos, a continuación, veamos estas distinciones dentro del ámbito de los Recursos Humanos.
Capacidad vs. Competencia
Como decíamos anteriormente, si alguien es capaz de llevar una tarea a cabo, estamos hablando de competencia o habilidad y, si no es capaz, estamos hablando únicamente de capacidad.
A la hora de tratar el término de capacidad en el entorno laboral, hay que tener en cuenta que el hecho de que todo el mundo tenga cierta capacidad para aprender y desarrollarse, no significa que todos y cada uno de tus candidatos o empleados tengan capacidades para todo.
Todas las personas se distinguen por algún tipo de destreza innata. No obstante, no todas poseen la misma capacidad para las mismas actividades. Por ello, existe la diversificación y variedad en las tareas y en los trabajos.
Para diferenciar capacidad y competencia en Recursos Humanos hay que tener en cuenta lo siguiente: las capacidades no son absolutas. Veamos un ejemplo, un desarrollador de software de .NET tiene la capacidad de aprender otro lenguaje de programación, pero una persona del departamento legal no tendrá esa capacidad.
¿Y esto para qué te va a servir en Recursos Humanos?
Puede serte muy útil para favorecer la movilidad entre distintos puestos laborales. Por ejemplo, si una persona de la organización quiere tener otro puesto, puedes ayudarle a alcanzarlo si observas que tiene la capacidad de aprender todo lo que se necesita en ese otro puesto. También te puede ser muy útil en la selección o reclutamiento, ya que puedes buscar candidatos que, además de tener una base que ya encaje en el puesto, tengan las capacidades para aprender lo que se requiere específicamente en el puesto.
Habilidades vs. Competencias
Como hemos comentado, la distinción entre habilidad y competencia es mucho más sutil que la que existe entre capacidad y competencia. Las diferencias entre competencias y habilidades se sustentan en cómo se realizaría esa tarea. Si una persona realiza la labor considerando y teniendo en cuenta la importancia de la tarea, tratando de mejorar y buscando un desempeño óptimo, es que estamos hablando de competencia. Si una persona simplemente se dedica a la realización de la tarea, hablamos de habilidad. La competencia hace a una persona competente, pero la habilidad no.
¿Y esto te va a ser útil en Recursos Humanos?
Aterricemos esta diferenciación de forma práctica. Existen algunas competencias que son difíciles de encontrar para un trabajo. Así que, en lugar de buscar al empleado ideal que reúna todas las capacidades idóneas, puedes tratar de buscar a una persona que veas que tiene las habilidades que encajan en el puesto y que, con tiempo, las convierta en capacidades.
Desde Recursos Humanos, lo mejor es buscar un equilibrio entre los tres conceptos: competencias, capacidades y habilidades. No hay que dejarse llevar por la corriente anterior, que únicamente basaba sus decisiones de contratación y ascenso en los conocimientos previos de los candidatos. A la hora de incluir a una persona en el equipo o en la organización, es muy importante tener en cuenta su capacidad de desarrollo, que viene dada por la combinación y equilibrio de los tres conceptos principales que estamos tratando.
Las competencias y habilidades marcan el presente de la persona, y las capacidades marcan su futuro y potencial de desarrollo profesional. Así que, ya sabes, cuando estés en un proceso de selección, o bien estés realizando o diseñando la evaluación de competencias y desarrollo de los empleados, has de tener en cuenta guardar un equilibrio entre las capacidades, competencias y habilidades.
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